En una reconsideración de la propia normativa del Ente Fiscalizador, la autoridad decretó que las normas de protección medioambiental que se aplica a proyectos con incidencias en áreas verdes, parques o santuarios de la naturaleza rigen de igual forma para las zonas protegidas con carácter patrimonial.
Un rayado de cancha que tiene directa incidencia en la viabilidad de un sinnúmero de proyectos inmobiliarios, comerciales y turísticos es el que contiene el Dictamen 4000 de la Contraloría General de la República, el cual establece que las normas especiales que resguardan a una zona protegida con carácter medioambiental, no se restringen a parques, humedales o santuarios sino que también rigen a las zonas protegidas por su valor patrimonial y cultural.
La resolución fue dada a conocer por el contralor Jorge Bermúdez, quien dentro de sus antecedentes profesionales cuenta con una especialidad en derecho medio ambiental y que en el caso de Valparaíso afecta directamente el desarrollo del proyecto Mall Puerto Barón, específicamente en torno a la intervención de la Bodega Histórica Simón Bolívar.
Frente a ello el contralor Bermúdez señala que: “Las áreas de protección de recursos de valor patrimonial cultural definidas o reconocidas en los instrumentos de planificación territorial constituyen áreas colocadas bajo protección oficial y, por tanto, las normas que las establecen son normas de carácter ambiental”.
En la práctica se traduce a la obligatoriedad de que los proyectos que incidan en bienes patrimoniales o culturales protegidos, deben contar previamente con un Estudio de Impacto al Sistema de Transporte Urbano (EISTU) y un Estudio de Impacto Ambiental.
Lo último supone un ejercicio donde además de la intervención de los servicios públicos, también cuente con participación de la comunidad.
Fuente: anin.cl